19 mayo, 2009

TDA en busca de su hiperactividad

Me propongo, como tantas veces, ponerle atención a lo que dice la chica del tiempo. Me han chivado que hará más calor y, por una vez, quiero enterarme de lo que dice. Para ver mañana qué.
Pero habla muy deprisa, El Tiempo se ha terminado y una vez más yo me he quedado en el canalillo de Vanessa.
Vuelven las camisetas de licra ajustadas en las paradas de autobús, las rubias de culo gordo que se muerden el labio en las terrazas, las piernas que cruzan la calle solas como si diera igual que también hubiera cuerpo.
Ojos que abarcan mucho, manos que aprietan poco. Será, digo yo, hora de replantearse aquello de las estrategias, lo de andar como Mick Jagger por la vida. La hora de olfatear las feromonas ajenas.
Seamos consecuentes con el verano, que esto es la vida, primo.