10 mayo, 2006

La abuela

Setenta años juntos. Setenta años. ¿Qué no habrán pasado juntos! Y la abuela aún siente ganas de gritar cuando encuentra algo interesante en la televisión. Siente ganas de gritarle como si estuviera en su despacho y fuera a venir. Y se contiene, juega con la alianza y se olvida de mirar el televisor por unos minutos. "Si estoy sola...", con la blusa de estar en casa, sentada sola en su lado del sofá, lejos del teléfono. Un suspiro ya sin aire, se empañan los cristales de las gafas y otra vez ese nudo pesado en la garganta. "Nunca más; ay, madre, con lo bueno que era...".

Y, efectivamente, nunca más...

Esbozo de lo que no pudo ser

Me detengo frente al restaurante donde nunca cenamos. El viento trae un frío que se cuela hasta cerca de los huesos y la lluvia golpea el escaparate de cristal como si quisiera atravesarlo y colarse dentro, en un ambiente más cálido y feliz. Pienso en ti durante un segundo y sigo caminando.