31 enero, 2006

¡Mods!


Prueba superada. Madrugón, frío, mucho frío: anoche fumé mucha marihuana y me fui a la cama sin darme cuenta de que dejaba la ventana abierta. Esta mañana -muy mañana- la habitación ("con el escritorio de Darwin y la mesita de estilo sajón, bah, mierda de muebles. ¡De la época de Allan Poe!", como habría dicho el polaco) estaba helada. Me costó salir de debajo de la manta. Porrillo y el candado de la bicicleta no se dejó abrir: caminando en un frío de impresión.

Angélica es buena chica, alegre, vivaracha (¡existe esa palabra!), macarrilla, yonqui, inteligente pero ignorante, curiosa, dulce aunque a primera vista dura. Sólo espero que no se esté enamorando de mí. Lo pasará mal. Desde ya mismo sé que le romperé el corazón.

Ahora vuela a Madrid y yo viajo en el Gatwic Express de vuelta a Londres. Casitas victorianas en las dos ventanillas del tren. Me siento un poco Mod. Me gusta. No creo que piense en Angélica ni un minuto más. Me espera la hirviente y gélida ciudad. Museos, Camdem, ¡Mods!