17 diciembre, 2006

06 diciembre, 2006

Apuntes de un Honkytonk a bocajarro



Resulta que la camarera pelirroja me apunta su número en un posavasos y que la morena de vaqueros ajustados me pide que la llame mañana. En las paredes del tugurio, luces de colores que no existen y Franklin tocando con la cabeza en el problema de su madre. Los de fuera cuentan chistes y se cagan de frío, ya sólo quedan tres horas. Se prepara el sol para irrumpir y al final he bebido demasiado. Está tu amiga por aquí, y la amiga de tu amiga me roza la mejilla en una verborrea viscosa y trivial, pero ya he bebido demasiado y al final resulta igual.
Me pregunta Luis si aquella chica que yo conocía y que tenía tendencia a olvidar la protección, no sería la Virgen del Sida. Ocurre también que mis pantalones salen ardiendo, seguramente por una colilla mal apagada, pero podría ser también por la morena de la minifalda y la camiseta sin mangas de Iron Maiden. Los Superagentes nos piden que les saquemos de copas después del concierto y el batería nos avisa de que "los Superagentes siempre terminan la noche por la mañana y siempre con Superputas".
María me pide una china para un peta y el pincha que escuche esta versión, que es la leche, que la escuchó en Liverpool, o en Brighton, o no sé qué historia para no dormir. Ramón habla de Tatiana y que si la boda y que si la casa de la sierra. Me sonríe la más fea del bar y debo de haber bebido demasiado porque resulta que me gusta.
Simón arranca una carcajada a Jeff con un disparo de tres cuerdas y le hace sin pudor el amor a la guitarra, ahí, en la tarima, como si fuera esto el Café Bagdad.
Un tipo de la tele trata de ligarse a mi chica y parece que la cosa no va mal. El único problema es que ella no es mi chica ya y yo ando olisqueando otras bragas. Una peluquera muestra interés por mi camiseta de la Velvet y parece que conoceré otro apartamento. Aparece aquella groupie cuarentona y trasnochada, con su camiseta de rejilla y el pelo más corto que yo: "Lo siento, cariño, pero en mi casa no ha aparecido tu carnet, te lo dejarías en otro escote", me guiña.
Pero yo he bebido demasiado ya y no sé si es todo parte de la misma noche o si estoy perdiendo el control y los papeles.